lunes, 27 de febrero de 2012

El árbol


Ellos se conocieron hace mucho,
cuando el decidió que viviría para siempre a su lado,
cuando ella decidió que el era el indicado

Ahí se conocieron

Cuando una noche,
después de ahogada la luna en el lago,
el decidió desprenderla de sus ropas
Tocar su vientre como una guitarra
Desenmarañar su cabello entre los dedos

Al amanecer, cuando el sol se asomaba entre las copas de los arboles,
Pequeños rayos de luz lo despertaron.

Ella ya no estaba ahí.

La buscó durante horas,
para encontrarla ahogada en el lago.

Hizo una cuerda con sus ropas y se colgó de aquel árbol testigo de su pasión.

El bosque de los amantes le dicen.


Foto: @NelleVeans

martes, 14 de febrero de 2012

En brazos de la tristeza

Ahora que incluso el hambre está en huelga, y las ganas están de vacaciones. Los años olvidan, las personas no.

En brazos de la tristeza, en lo negro del vacío, en lo inmenso de la soledad, estabas ahí, para nunca irte, para siempre abrazar la miseria.

Tibia la madrugada y arrasante el viento, siempre sin poder dormir, siempre intentando lo que sea para probar estar vivo. Mutando el corazón en una bestia salvaje.

Una noche te vestiste con las mejores ropas que se podía comprar en ese pueblucho olvidado de la mano de Dios, viniste ante mi y fingí estar dormido.

Desde entonces no enmudecen las paredes con los gritos, desde entonces hasta los fantasmas regresaron a la casa. Y aún intentan asustar a dos almas podridas.

En cada extremo de la cama, ahí establece cada uno su trinchera, impone sus barreras que nadie va a cruzar y si un día el liguero blanco con moños rosas falla, doy por muerto al amor.