De noche cuando todo se ha muerto
en el ocaso nada regresa a su estado
natural ni siquiera yo, sabores y
colores lisos que se prueban en su
boca, fragancia en mi ropa y mis
nervios a mil por hora, ella dormida,
yo contemplando la enorme ciudad,
luces y bares de noche recién
cerrados, de viaje entre la
incertidumbre y la confusión de
saber que somos juntos, separados no
hay confusión alguna.
Un pequeño movimiento brusco y ella
se aferra a mi brazo entre dormida, un
manotazo y según las leyes es bueno depende
como sea pero es con una sonrisa, jugando y de
parte de una feliz ella, y solo entonces de un
feliz yo, le prometo un poema y solo estoy
relatando una anécdota de mis recuerdos de
viaje con ella, la música que no escucho comienzo
a escuchar.
Que si comenzara a besarte sin saber como y
desesperadamente que sepas que todo eso,
tampoco yo lo se, inesperadamente te
encuentras en mis brazos e inesperadamente me
encuentro yo besando a la mujer de mis sueños,
confusión... hermosa explosión, imposible de
sabores que hacen mi vida con valor, y aquí
estoy intentado aferrarme a la realidad pero
besándote no puedo, piensa en tus adentros
especiales, en la revolución de tus cabellos, en
las estrellas revoloteando en tu estomago, en lo
adormilado de mi cuerpo y en tu impotencia por
hacer un movimiento que impida mis ganas de
tenerte cerca, deseo inmoral, peleo una batalla
ya y deseo pelear otra, pero no regresare a los
campos y trincheras donde tu no estas, llevo
años en una y sin cantar una victoria segura,
treguas de tus hombros que jamás se
descubren, besos que no hacen escala en tu mejilla.
Piensa que no voy a dañarte aunque me lo
propusiera, piensa que no me gustaría regresar
al final sin ti, piensa que he pensado todos los
días en ti, piensa que no quisiera pensar en otra
cosa, el filo de tus ojos amenazándome a morir,
tu peligrosa mirada y tus incansables labios.
Nunca tan fatigada de comentar tonterías
aumentadas con mi sentido del humor.
Sospecho de todas las miradas, mensajes en
clave y todo lo que según yo llega hasta mi y con
eso deduzco que no se que hacer, tu tan linda y
yo tan tonto para no saber que es lo que pasa a
mi alrededor, una pieza gigante de
rompecabezas que jamás llegara a mi regazo,
pero tu si, ahí en mi hombro durmiendo
apaciblemente.
Un cigarrillo con tu “Gloss” y la fragancia
interminable en mi ropa, lo único necesario para
seguir vivo unos días antes de que comience a
sangrar y caer.
Un punto de vista, color fantasía no 1, y una
fantasía demasiado buena para mi gusto...
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