Siempre lo has sabido y lo has sabido controlar
Lo que por ti siente este corazón ardiente,
El cobarde imposible, al que solo tu puedes llamar
De la tumba para traerlo a combate...
Donde estés, ahí es donde quiero estar,
Compartiendo migajas de pan, una sombra
Para la fuerza del sol contra nuestras frentes
Arrugadas por los años
No creo en lo grande de la suerte para
Volver a verte, creo en lo egoísta de la ciudad
Para hacerse grande en cuestiones de esperanza
Y en lo pequeña que se hace para coincidencias
Tan terribles
Una promesa tan fuerte, tan vacía y tan cobarde.
Cuando no queda nada mas por hacer, solo sentarse
Y disfrutar el espectáculo de la destrucción...
La promesa de en otro plano volver a tomar tus manos,
De tener esa piel tan cerca de mi, esos latidos tan cerca
Que se confunden con los míos.
El único favor que quiero del destino es que sonrías sinceramente...
martes, 28 de junio de 2011
martes, 21 de junio de 2011
El corazón podrido
No se lo que pasa, quien eres tu
ni lo que piensas, no eres a quien conocí
de alguna manera se han robado tu esencia
y en su lugar han puesto a una hipócrita.
Cuesta trabajo creer, que estas manos
sobre tu cuerpo ya no tienen ningún poder...
tus ojos tan profundos y muertos, tus palabras
debiles y tus besos tan sofocados.
No eres aquella sonriente natural,
quien me llevaba a todo aquel mundo desconocido
quien con la moneda mas pequeña de su bolsillo
podia comprar el mundo...
Eres una naranja envejecida, de piel delgada
y quebradiza, un ser tan triste y solitario
que se rie de mi a carcajadas dementes.
Y no soy yo quien te enamora con los días,
en realidad nadie lo hace, las promesas del ayer
se quedaron ahí mismo, esperando a ser comenzadas
gritando para no morir.
Lejos uno del otro, tan orgullosos y pretenciosos.
aspirando el aroma pestilente de la terrible verdad.
Con el orgullo destrozado y el corazón podrido,
con la frente en alto solo para no vernos destruidos por fuera.
Nunca hubo un freno capaz de detener esta catástrofe,
siempre supimos ver desde lejos lo terrible del destino,
pero quisimos romper pronósticos, y nos queríamos.
ni lo que piensas, no eres a quien conocí
de alguna manera se han robado tu esencia
y en su lugar han puesto a una hipócrita.
Cuesta trabajo creer, que estas manos
sobre tu cuerpo ya no tienen ningún poder...
tus ojos tan profundos y muertos, tus palabras
debiles y tus besos tan sofocados.
No eres aquella sonriente natural,
quien me llevaba a todo aquel mundo desconocido
quien con la moneda mas pequeña de su bolsillo
podia comprar el mundo...
Eres una naranja envejecida, de piel delgada
y quebradiza, un ser tan triste y solitario
que se rie de mi a carcajadas dementes.
Y no soy yo quien te enamora con los días,
en realidad nadie lo hace, las promesas del ayer
se quedaron ahí mismo, esperando a ser comenzadas
gritando para no morir.
Lejos uno del otro, tan orgullosos y pretenciosos.
aspirando el aroma pestilente de la terrible verdad.
Con el orgullo destrozado y el corazón podrido,
con la frente en alto solo para no vernos destruidos por fuera.
Nunca hubo un freno capaz de detener esta catástrofe,
siempre supimos ver desde lejos lo terrible del destino,
pero quisimos romper pronósticos, y nos queríamos.
viernes, 17 de junio de 2011
El ultimo viaje
Solía ser aquel, escondido esperando
algún movimiento en falso.
Tu me enseñaste
Esperando algún error humano y
bastante estúpido para actuar,
esperando un pestañeo para entrar
en tu alma, una distracción pequeña
Tu me enseñaste
Me enseñaste a romper el candado
con las manos, a no crear barreras
que pudieran impedirme llegar a ti...
Esta noche, tus mentiras serán solo
para esconder el terrible dolor y el
temor a todo aquello que no sucedió
Esta noche tus lagrimas se secaran
solas, la mano que alguna vez las
Seco te arrebatara todo cuanto te pudo dar.
El mensajero de la paz trabaja en un ataúd
a tu medida, los caballos de la exaltación
cargaran tu carroza fúnebre y aquel que te
dio la vida dirigirá tu ultimo viaje por este mundo
Te veré caer,
cavare tu tumba
Y llorare de hipocresía.
algún movimiento en falso.
Tu me enseñaste
Esperando algún error humano y
bastante estúpido para actuar,
esperando un pestañeo para entrar
en tu alma, una distracción pequeña
Tu me enseñaste
Me enseñaste a romper el candado
con las manos, a no crear barreras
que pudieran impedirme llegar a ti...
Esta noche, tus mentiras serán solo
para esconder el terrible dolor y el
temor a todo aquello que no sucedió
Esta noche tus lagrimas se secaran
solas, la mano que alguna vez las
Seco te arrebatara todo cuanto te pudo dar.
El mensajero de la paz trabaja en un ataúd
a tu medida, los caballos de la exaltación
cargaran tu carroza fúnebre y aquel que te
dio la vida dirigirá tu ultimo viaje por este mundo
Te veré caer,
cavare tu tumba
Y llorare de hipocresía.
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