Siempre lo has sabido y lo has sabido controlar
Lo que por ti siente este corazón ardiente,
El cobarde imposible, al que solo tu puedes llamar
De la tumba para traerlo a combate...
Donde estés, ahí es donde quiero estar,
Compartiendo migajas de pan, una sombra
Para la fuerza del sol contra nuestras frentes
Arrugadas por los años
No creo en lo grande de la suerte para
Volver a verte, creo en lo egoísta de la ciudad
Para hacerse grande en cuestiones de esperanza
Y en lo pequeña que se hace para coincidencias
Tan terribles
Una promesa tan fuerte, tan vacía y tan cobarde.
Cuando no queda nada mas por hacer, solo sentarse
Y disfrutar el espectáculo de la destrucción...
La promesa de en otro plano volver a tomar tus manos,
De tener esa piel tan cerca de mi, esos latidos tan cerca
Que se confunden con los míos.
El único favor que quiero del destino es que sonrías sinceramente...
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